EL CONTAGIO
Personajes:
-Don Nayo: Milton
-Cande: Amanda
-Niña Lupe: Scarlet
-Nicho: Fátima
-Vecina: Magaly
-Narrador: Yoana
NARRADOR (Yoana): Después de la tormenta que había caído durante la noche; había amanecido gris, mojado y las evidencias quedaban de la lluvia, eran, las gotas que todavía reposaban sobre las verdes y largas hojas de las matas de guineo que se alcanzaban a ver desde los corredores de la finca. La mañana se sentía cálida y traía consigo una brisa fresca. Todavía no se visualizaban las cosas; las sombras eran diluyentes y borrosas como luz golpeada y muy vagamente claras. Se venían olores a mañana fresca y olores a ropa limpia tendida en el patio de la finca de don Nayo y de la niña Lupe.
CONTROL: SONIDO DEL CANTAR DE UN AVE.
NARRADOR(Yoana): En los amplios terrenos de la finca, cantaba un pajarito que se posaba en las altas ramas de un árbol grande y frondoso, el pajarito silbaba con dulzura y con una tierna melodía en su cantar. Las hojas se movían con los roces de la brisa y en ellas ya se reflejaba la claridad del sol.
CONTROL: A LO LEJOS EL SONIDO DEL CANTOR DE UN GALLO LADRIDOS DE PERROS.
NARRADOR(Yoana): Iba amaneciendo... Y el alma, como los matorrales, estaba llena de felicidad.
En la casa de la finca, el patio cuadrado dormía aún. Por la tierra húmeda habían pasado los perros.
CONTROL: SONIDO DE LA CAÍDA DE GOTAS DE AGUA.
NARRADOR(Yoana): Una de las tejas de la casa de don Nayo, se había quedado contando las gotas azules, sobre un charquito que abajo hacía ondas con cada gota que caía. Ya salía el humo de la galera, como expresando el movimiento diario que se hace en la finca. Don Nayo tenía enrollada en la nuca una toalla grande; venía por el corredor y con el bastón abría un hoyito, y sembraba una tos.
NAYO(Milton): coj, coj, coj,
NARRADOR(Yoana): los murciélagos se iban metiendo en las aberturas oscuras del puesto como pedradas de la noche.
CONTROL: A lo lejos, lejos; los gallos abrían puertas chillonas
NARRADOR(Yoana): el día se movía indeciso bajo la agrupación de nubes sucias como capa de circo pobre. Don Nayo llegó al portón, no podía poner derecha su cabeza, porque su cuello estaba paralizado, lo cual le daba un vago aspecto de tortuga marina.
NAYO(Milton): (SUSPIRO) AHH.., pero que bonito está el amanecer (SUSPIRO) más con este olor a limones frescos…. Ah! Pero que mona más babosa esta hombre…(APLAUDIENDO) Cande, Cande!!!..
CONTROL: AMBIENTE DE COCINA, RUIDO DE CACEROLAS
CANDE(Amanda): (A LO LEJO) ¡Mandé apá!...
NAYO(Milton): Date priesa...
NARRADOR(Yoana): la cande cruzó el patio dejando su prisa pintada en el suelo. Era quinceañera, rubia, con exceso de peso. Con glúteos grandes, con las mejías rosadas y sonreía constantemente, daba la impresión de bañada, dentro del traje pálido y mal oliente.
CANDE(Amanda): ¿Qué quiere, tata?
NAYO(Milton): ¡Babosa, no téi dicho que cuando vengás a trer lagua, cerrés bien la palanquera! ¡arreglala y purate vamos a ver que encontramos!
NARRADOR(Yoana): La campaneó tantito y, arreándola, con el palo enarbolado, la siguió hasta el platanar.
CONTROL: SONIDO DEL CHILLIDO Y EL GOLPE DE UNA PUERTA.
NAYO(Milton): ¡No cierre, animala, espere que salgan las yeguas!: ¿no ve que están allá?...
CONTROL: SONIDO DE OLFATEO Y RELINCHEO DE CABALLOS.
NARRADOR(Yoana): tres caballos delgados estaban olfateando el terreno. sobre los pastos se veían los agujeros de los cascos se fueron de retroceso contra la valla, y cuando la cande les corto el paso saliendo de los arbustos con un carro fuerte de dos ruedas en alto, los tres caballos dieron un movimiento nervioso y se fueron por la puerta hacia el potrero, a lo lejos seguían escuchándose los golpes de su cabalgar, había amanecido, el viento de madrugada había ido tomando cada estrella con dos dedos soplándolas como nudillo de ángel, hasta desaparecerlas, por un caerse de nubes, se miraba la pared del cielo recién aplicada de azul, los volcanes bostezaban, en camisón de dormir.
NAYO(Milton): Traiga el canasto, Cande, vamos a pepenar los nances y los limones, purate que aquí hay dionde escoger
NARRADOR(Yoana): la cande fue por la cesta grande bajo el limonero, el suelo caliente, olía a mañana, daba lástima desarreglar el paisaje con muchas frutas. Don Nayo y la Cande fueron recogiendo, uno a uno los limones; más abajo, en el conjunto de arboles estaba el nance, el suelo parecía miel. La altura había llevado rodando a los nances hasta bien lejos. Parecía como si a la planta se le hubiera roto el hilo de un inmenso collar.
CANDE(Amanda): Témpapádo el monte, tata.
NAYO(Milton): Cuidá de no empuercar el vestido...
CANDE(Amanda): Afijese que anoche soñé el Contagio...Era un endizuelo así, sapito, con buche y con una cosa feya aquí.
NAYO(Milton): ¿Onde?
CANDE(Amanda): Aquí ...
NARRADOR(Yoana): Seguían cayendo limones, que quedaban medio enterrados en la tierra negra.
CONTROL: SONIDO DE CHILLIDOS DE PAJAROS
NARRADOR(Yoana): A orillas de la zanja se oía una revoloteo y chirineo de los pájaros sanates.
CONTROL: SONIDO DE CLOQUEO DE GALLINAS, DE GRILLOS Y DE HOJAS SECAS
NARRADOR(Yoana): Bajo la maleza empezaron a rascar las gallinas, haciendo sonar las hojas marchitas. Los grillos se habían ido consumiendo en la claridad del día.
CANDE(Amanda): Mero feo, el indizuelo; y me chunguiaba..
NAYO(Milton): ¿Te qué?...
CANDE(Amanda): Me guasiaba y me chunguiaba, en un cuento como cuarto oscuro... ¡Uy!... Es que comí chacalines...yo creibo que jue por eso
NAYO(Milton): De juro que eso jué...
CANDE(Amanda): Echeme una mano, tata, ayúdeme a alzarel canasto questá muy cargado
NARRADOR(Yoana): Don Nayo le ayudó, como pudo, a ponerse el canasto en la cabeza. La Cande lo sostenía con ambas manos; las mechas le caían en la cara; con un salto se enderezó bien, equilibró el espinazo; sacó la puntita roja de la lengua y se alejó hacia la casa, con rítmico andar. Don Nayo miraba alejarse a su hija
NAYO(Milton): Es guapa, es güena, la chelona, más le valió que se parezca a su tata, rechula la babosa igualita a yo.
NARRADOR(Yoana): Los gallos abrían a lo lejos fantásticas puertas; por ellas entró bruscamente un destello de sol.
Don Nayo paró a su mujer en la mitad del dormitorio.
NAYO(Milton): Mirá, Lupe -le dijo-, andá con cuidado con la Cande: ya maliseya...
LUPE(Scarlet): ¿Eh?...
NAYO(Milton): No me gustan tantito, sus caidas diojos, sus pandiadas al pararse. Méi fijado que deja a ratos de moler y se come las uñas; además, le ondeya el pecho como a las palomas. Andá con cuidado, te digo...
LUPE(Scarlet): Dice bien, Nayo; yo también la héi oservado. Se chiqueya, sin querer; se mira nél espejo, cada vez quentra aquí; y, a ratos, da brincos de calofriyo. También no me gustan las cosas que me cuenta. Dice quel otro día, cuando Nicho la tentó jugando, sintió un burbujeyo extraño. Además se le van los ojos, coge juergo a cada rato, le pica la palmelamano.
NAYO(Milton): Pa que veyás. Andále con tiento, no se nos descantiye con algún malvado.
LUPE(Scarlet): Decíle al Nicho que no liaga tanta fiesta.
NAYO(Milton): Se lo vuá poner en conocimiento a ese infeliz.
CONTROL: SONIDO AMBIENTE DE CAMPO Y LUEGO UN SILENCIO POR 2 SEGUNDOS
VECINA(Magaly): (CON TONO DE VOZ DE ADMIRACIÓN) Nicho mirá cómo se meneya la Cande vos! Y ya se me hace que le está agarrando la malicia.
NICHO(Magaly): Pueh! A trotear a la Cande voy! No vayajer que otro buey me quiera ganar y esa yegua ya es miya!
VECINA(Magaly): (CON TONO DE VOZ DE EXAGERACIÓN) Nicho antenoche te vi chunguiando y queriendo tentar a la Cande y ella no quería, qué es eso baboso!!!
NICHO(Magaly): Nombe! Si yo no solo quiero carne, también quiero a una hembra que sepa lavar bien los calzones y que me de mi plato de frijoles a diario.
VECINA(Magaly): (CON TONO DE VOZ DE ADVERTENCIA) Una cosa te vuadecir Nicho, las cipotas de hoy van bien aligeradas ni lavar los calzones pueden y ya quieren andar criando, así que tené cuidado Nicho!!!
CONTROL: SONIDO DE PASOS LENTOS Y TOQUIDO DE UNA PUERTA
NAYO(Milton): ajá Nicho aquí te traygo a esta mihija en ella hay una gran mujer oiste así que hacela feliz
NICHO(Magaly): No siaflija por babosadas, esa yes cosa antigua; asigún colijo, la tengo empreñada desde hace un mes
CONTROL: SONIDO DE BRISA Y MOVIMIENTO DE RAMAS DE ÁRBOLES, Y SONIDO DE UN AVE.
NARRADOR(Yoana): hacía ruido el viento en las ramas de los arboles de Conacaste, como se atina una guitarra destemplada; el sol entraba ya en la cerradura del horizonte. En el cielo, las nubes mostraban rozaduras desangrándose. Las golondrinas inspeccionaban el velaje recién izado de la tarde; en el callar, la tierra daba bordazos de sombra.
Por el camino venía Don Nayo, lento y tosigoso. La Lupe lo esperaba en la palanquera.
LUPE(Scarlet): ¿Qué lihubo, Nayó? ...
NAYO(Milton): Los casaron. Los juí a dejar al terreno. Tán Contentos.
LUPE(Scarlet): ¿Le arvertiste a Nicho de lo que te dije?...
NAYO(Milton): Más valiera no me bieras dicho jota, miás azorrado con el yerno.
LUPE(Scarlet): ¿Eh? ... ¿Por qué?...
NAYO(Milton): Cuando lo llamé aparte y le recomendé que la tratara con primor, no fuera ser que se asustara, se echó a rír porque me dijo que la Cande ya la teniya empreñada
LUPE(Scarlet): ¡La Virgen del Martirio!
NAYO(Milton): Y parecía que no quebraba un plato ...
LUPE(Scarlet): Güeno, después de todo, arrecuérdese, Nayo, de nosotros, cómo hicimos ...
NAYO(Milton): Decís bien, es el Contagio
NARRADOR(Yoana): La tarde se había perdido a lo lejos, dejando como estela un montón de estrellas; sobre la arena del mundo, los árboles negros se movían como cangrejos.
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